El alma del miedo
Los oídos se me taponaron, el humo me asfixiaba, sólo se veían sombras las cuales no podía identificar debido a mi turbia visión. Andaba a tientas, balanceándome sin poder mantener el equilibrio, avanzaba por el pasillo hacia una puerta cuando…. El suelo comenzó a moverse, o eso percibía yo, la angustia por la falta de oxígeno comenzó a marearme. Aun así seguía en pie esquivando mesas, papeleras, sillas y demás mobiliario que se convertían en armas letales al desplazarse debido al movimiento del suelo.No veía a nadie, sólo la espesa espuma negra que me mantenía atrapado. Al fin llegué a la puerta, asomé medio cuerpo y vi unas escaleras. Intenté bajar, pero era imposible, el fuego ascendía derritiendo todo y el humo comenzó a quemar, el aire se convirtió en fuego.
Encaminé mis pasos subiendo las escaleras, huyendo llegué a una azotea, me reuní con muchísima gente, todo el mundo lloraba y agitaba sus pañuelos. Me di cuenta que tenía miedo, pero miedo no por saber que iba a pasar, sino por esperar en una azotea la hora de mi sepultura. Ver como madres se arrojaban desde la azotea me horrorizaba, saqué un cigarrillo y esperé….
Tras tres minutos el suelo se comenzó a deshacer y hasta aquí llegó mi vida, vi a mi familia, mis hijos y morí con miedo por no volverlos a ver.
Fallecido nº 285.
Atentado: New York. (Torres Gemelas)
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2 comentarios:
esto es ya muy fuerte AUTOPROMOCIONANDOTE!!!
hasta donde vamos a llegar
menos mal que escribes medio bien que sino
ZASCA!!!
pero si no escribe el, en realidad todos sabemos que lo hace su madre...
jajaj
Salu2
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