Ayuda

Bueno éste es otro de mis poemas delirantes, en los que la métrica por supuesto es irregular. Es bueno ver como la gente se ayuda, negando a veces lo que les conviene por duro que sea, sinceramente creo que muchas veces no es tan duro ni difícil conceder oportunidad al que mala suerte tuvo pues de azar es la vida, siempre que lo pedido no haga ningún mal. Oportunidades todos merecemos pero... no todos. Es un poco lo que he querido expresar en el poema, aparte de mucho más. Que el dolor calmado ayuda a pensar pero daña igual, y pide a gritos migas para construir pan. (lean el poema y entenderán).

Entender

No entiendo aún, continúa la espera.

No tengo ayuda para mi pena.

Y sigo preguntándome, tonto amor,

¿por qué al que te daña anhelas?

No entiendo aún, continúa la espera.

Que si de verdad a mí quisieras

cielo, tierra y mundo seguro pararías

y la forma de amar encontrarías.

No entiendo aún, continúa la espera

en que lo que rasga mi corazón

caricia, beso, abrazo se convirtiera.

¿Qué mal hice? ¿Qué mal mereciera?

No entiendo aún, continúa la espera

en que de mi pesadilla despierte

por fin, contigo al lado mía.

Me beses y digas:- Sólo pesadilla

No entiendo aún, continúa la espera.

La espera a que demuestres

el amor que dices tuviste.

Fácil adiós sin mirarme triste.

No entiendo aún, continúa la espera,

que corazón insensible pida entendimiento,

mas parece mío escarmiento merecido

que todo entrega pero menos comprendido.

No entiendo aún, continúa la espera.

Quien quiere no daña, si éste no falla

y quien mucho quiere en amor acaba.

¿Qué quieres? No dañes. Acaba

Que si fuerzas para olvidar tuviera

de necesario hasta mi nombre olvidaría,

pues lo que antes era yo, nada queda,

triste, mi corazón ahora es ella.

No entiendo aún, continúa la espera.

Parezco mendigo suplicando a rey

las migajas que un día banquete fue.

Migajas quedan, oportunidad ahora mendigo

[ruega